martes, 2 de agosto de 2011

Minimalista

Existe las tortas de cumpleaños, los fogones de campamento, las pirámides humanas.
Existe el mate del reencuentro, las hamacas paraguayas y los masajes en los pies, el piano, la alfombra de pasto de los parques, el sol de una mañana de verano.
Existen las caminatas bajo la lluvia, las medias de lana, y las siestas al sol.
Existen los abrazos que acarician el alma, el terciopelo, las bufandas, las canciones que parecen hablarnos, el helado, y el chocolate en invierno.
Existen los mimos en la panza, las tostadas y las pantuflas, las noches frías bajo las cobijas, el viento alegre, y las canciones de cuna... las caminatas nocturnas, el frío que no es frío, y los pies descalzos que marcan la arena.
Existe el jugo de naranja recién exprimido, los juegos de mesa, las risas que recorren el cuerpo, las nubes que nos atrapan, los dibujos en la pared. Las mandarinas, el tereré, los viajes largos, y las tarde frente al lago.
Existe la sinfonía del mar, los tesoros escondidos, las palabras inesperadas, tantas formas de abrazar...

Existen pequeñas delicias cotidianas que hacen que, a pesar de todo, el mundo sea un buen lugar.

2 comentarios:

  1. Existen posteos tuyos que me encantan, como estos, en los cuales te ponés a enumerar cosas, armando un bello escrito.
    Saludos, muchacha :).

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  2. me re gusto!! que lindo seria poder recordar todo esto cuando uno piensa que el mundo no va mas, o cuando las cosas de la vida se ponen amargas.
    un saludo!

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