domingo, 29 de agosto de 2010

Ausencia de vocablos.

A veces las palabras enmudecen cuando uno más las necesita.
Estoy vacía, pero a la vez con tantas cosas para decir. Se ve que hay un embotellamiento importante dentro mío, porque no consigo armar ni una frase coherente, y no quiero estar atada a esa condición humana de hablar sin tener nada para decir.
Yo sí tengo algo para decir, para gritar, para cantar, el problema es que mis palabras se encuentran dormitando... caminan con torpeza...
Detesto cuando el hablar se complejiza.

1 comentario:

  1. Te agradezco enormemente tu comentario y más enormemente aún que leas mi blog :) ¡Me alegra que sea de tu agrado! Eso de la ausencia de vocablos lo conozco, me ha pasado. Y cada tanto vuelve. Quizás sea un mecanismo de defensa, según cómo se lo mire. Pero pasa. ¡Te sigo! :)

    ResponderEliminar